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Deporte y medio ambiente: ¿afecta la calidad del aire al rendimiento?

Deporte y medio ambiente son dos aspectos que, en numerosas ocasiones, van de la mano, siendo habitual ver a cientos de personas ejercitándose en espacios exteriores tanto urbanos como naturales. De hecho, la práctica deportiva o, en su defecto, el incremento de la actividad física, es una de las principales recomendaciones médicas orientadas a mejorar la salud de la gente.

Pero, ¿qué ocurre cuando esta actividad física se desarrolla en un entorno con una calidad del aire cuestionable? ¿Qué efecto tiene la contaminación sobre el rendimiento deportivo y la salud de las personas que practican deporte?

Ejercitarse en entornos contaminados

Los beneficios sobre la salud que conlleva el deporte superan el impacto negativo que genera la exposición a un cierto nivel de contaminación atmosférica (Giles & Koehle, 2013). Pero cuando la calidad del aire es mala, estos efectos positivos se reducen, pudiendo ser incluso contraproducente ejercitarse al aire libre.

Para entender mejor el efecto de la contaminación del aire, es necesario tener en cuenta los cambios que experimenta la respiración de una persona al hacer deporte (Carlisle, 2001; Aydın, Cingi, San, Ulusoy & Orhan, 2013; Laeremans et al., 2018):

➢ Incremento de la ventilación por minuto, lo que puede conllevar un aumento en la frecuencia de la respiración o en su profundidad, provocando que la cantidad de contaminantes inhalados sea también mayor.
➢ Multiplicación de la fracción de aire que se inhala a través de la boca, eludiendo así el mecanismo filtrante que proporciona la nariz.
➢ Aumento de la velocidad del flujo de aire que entra en los pulmones y que transporta los contaminantes a mayor profundidad dentro del sistema respiratorio.

Por tanto y teniendo en cuenta estas respuestas fisiológicas, conocer cómo es la calidad del aire es fundamental. ENVIRA proporciona esta información gracias al uso de sensores calibrados en laboratorios acreditados que pueden instalarse tanto en instalaciones deportivas como en la vía pública o en espacios frecuentados por deportistas profesionales o aficionados.

¿Cuál es el punto de inflexión?

Los trabajos de investigación que proponen límites de sustancias contaminantes a partir de las cuales hacer deporte puede ser perjudicial son escasos. No en vano, en el establecimiento de estos rangos concurren diversas variables tales como la edad de las personas participantes o la intensidad del ejercicio.

No obstante, Grotto (2017) sugiere, por ejemplo, los siguientes valores límite de partículas PM2.5 a partir de los cuales estima que sería necesario cancelar actividades deportivas al aire libre:

En cuanto al tiempo de duración del ejercicio en entornos contaminados, Pasqua et al. (2018), citando artículos previos, señala que «los beneficios para la salud que proporciona el ejercicio aeróbico podrían ser mitigados después de sólo 15 minutos de ejercicio en las ciudades más contaminadas. Además, después de 75 minutos, el ejercicio adicional puede causar efectos adversos para la salud debido a la exposición a la contaminación del aire».

Tres ejemplos del efecto de la contaminación sobre el deporte

Con el objetivo de mostrar de forma más clara qué efecto tiene la contaminación sobre el rendimiento de los y las deportistas, se ha optado por seleccionar tres deportes con un gran número de practicantes que normalmente se llevan a cabo al aire libre: atletismo/running, ciclismo y fútbol.

Atletismo/running

La carrera continua o running se ha convertido en un popular deporte debido a su facilidad, bajo coste y mínimas habilidades requeridas. Pero su práctica en entornos contaminados puede ser poco aconsejable. Así, Pun & Ho (2019) sugieren que la inhalación de partículas en suspensión se asocia con un aumento de la presión arterial sistólica después de hacer ejercicio.

Los efectos adversos de la contaminación en la práctica del running se pueden reducir adoptando las siguientes medidas (Pun & Ho, 2019):

➢ Seleccionar cuidadosamente la localización o ruta que se va a seguir.
➢ Consultar la calidad del aire para esa zona en páginas web, aplicaciones móviles y paneles informativos que muestran los datos recopilados por las redes de vigilancia de la calidad del aire. Estos recursos informativos, que ENVIRA se encarga de instalar y configurar, proporcionan a la población información actualizada de forma inmediata y fácil de entender.

➢ Evitar hacer ejercicio durante las horas punta.

En el caso de los atletas profesionales, Guo & Fu (2019) estiman, por ejemplo, que un corredor de maratón de entre los 10 mejores necesitaría casi 5 minutos más (12 minutos en el caso de un corredor promedio) para terminar la prueba corriendo en unas condiciones de contaminación similares a las experimentadas en la Maratón de Pekín de 2014(1).

Ciclismo

La bicicleta, además de haberse convertido en un medio de transporte dentro de la ciudad, es un artículo que, cada día, reúne a cientos de aficionados que pedalean compartiendo espacio con los vehículos a motor. Y es justamente este espacio compartido el que provoca que los ciclistas estén expuestos a elevados niveles de contaminación.

Los estudios llevados a cabo, como el de Berghmans et al. (2009), señalan que, además de NO2 y otros compuestos, los ciclistas inhalan gran cantidad de partículas en suspensión, encontrándose, no obstante, diferencias en su concentración a lo largo de una ruta. Así, por ejemplo, los semáforos son “puntos negros” donde la contaminación por partículas se dispara, ya que la velocidad de los vehículos es errática.

Fútbol

La contaminación del aire ha puesto en peligro la celebración de eventos futbolísticos en algunos países. La Copa Mundial de la FIFA Sub-17 que se celebró en India en 2017, por ejemplo, despertó la preocupación tanto de los jugadores como de los espectadores como consecuencia de los elevados índices de contaminación que mostraban algunas de las sedes(2).

En este sentido, cabe señalar que diversas publicaciones apuntan que las partículas en suspensión tienen un claro efecto negativo en el rendimiento de los futbolistas. De hecho, Lichter, Pestel, & Sommer (2017), en un estudio realizado en la liga alemana de fútbol profesional, sugieren que un aumento del 1% en la concentración de PM10 conduce a una disminución del 0,02% en el rendimiento de los jugadores de fútbol profesional (medido por el número de pases en un partido), señalando igualmente que «la productividad disminuye significativamente en caso de que la concentración de partículas exceda el umbral reglamentario de la UE de 50 microgramos por metro cúbico, […] comenzando a materializarse en alrededor de 20 microgramos por metro cúbico».

En resumen, aunque la práctica deportiva resulta una actividad saludable, es necesario tener en cuenta el impacto sobre la salud que ocasiona la contaminación del aire, siendo conveniente equilibrar los beneficios de uno y los efectos negativos del otro. Además, al mismo tiempo las smart cities tienen un gran reto por delante con la implementación de actuaciones que contribuyan a la mejora de la calidad del aire de las grandes urbes.

Referencias:

– (1) Associated Press (2014). Imagine running a marathon in heavy smog. That just happened in Beijing. https://mashable.com/2014/10/19/runners-wear-masks-as-beijing-marathon-is-held-in-heavy-smog/?europe=true#boTYVOXKaEqG

– (2) Air pollution could put a dampener on the Under-17 Football World Cup. (2017). https://thewire.in/environment/u-17-football-world-cup-air-pollution

– Aydın, S., Cingi, C., San, T., Ulusoy, S., & Orhan, İ. (2013). The effects of air pollutants on nasal functions of outdoor runners. European Archives Of Oto-Rhino-Laryngology, 271(4), 713-717. doi:http://doi.org/f5vr2t

– Berghmans, P., Bleux, N., Panis, L., Mishra, V., Torfs, R., & Van Poppel, M. (2009). Exposure assessment of a cyclist to PM10 and ultrafine particles. Science Of The Total Environment, 407(4), 1286-1298. doi:http://doi.org/fhvwm9

– Carlisle, A. (2001). Exercise and outdoor ambient air pollution. British Journal Of Sports Medicine, 35(4), 214-222. doi:http://doi.org/cv43f4

– Giles, L., & Koehle, M. (2013). The health effects of exercising in air pollution. Sports Medicine, 44(2), 223-249. doi:http://doi.org/f5r6vj

– Grotto, I. (2017). Physical activity and sport competitions under severe air pollution conditions. Prehospital And Disaster Medicine, 32(S1), S190. doi: http://doi.org/c342

– Guo, M., & Fu, S. (2019). Running with a mask? The effect of air pollution on marathon runners’ performance. Journal Of Sports Economics, 152700251882270. doi: http://doi.org/c344

– Laeremans, M., Dons, E., Ávila-Palencia, I., Carrasco-Turigas, G., Orjuela-Mendoza, J., & Anaya-Boig, E. et al. (2018). Black carbon reduces the beneficial effect of physical activity on lung function. Medicine & Science In Sports & Exercise, 50(9), 1875-1881. doi:http://doi.org/c34x

– Litcher, A., Pestel, N., & Sommer, E. (2015). Productivity effects of air pollution: evidence from professional soccer. IZA Discussion Paper, (No. 8964). http://ftp.iza.org/dp8964.pdf

– Pasqua, L., Damasceno, M., Cruz, R., Matsuda, M., Garcia Martins, M., & Lima-Silva, A. et al. (2018). Exercising in air pollution: the cleanest versus dirtiest cities challenge. International Journal Of Environmental Research And Public Health, 15(7), 1502. doi: http://doi.org/gfc2cc

– Pun, V., & Ho, K. (2019). Blood pressure and pulmonary health effects of ozone and black carbon exposure in young adult runners. Science Of The Total Environment, 657, 1-6. doi: http://doi.org/gfwz4p

Deporte y medio ambiente: ¿afecta la calidad del aire al rendimiento?

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