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Contaminantes primarios y secundarios: estos son los más peligrosos

Publicado en 10 enero, 2022

Contaminación y calidad de aire exterior,

¿Qué son los contaminantes primarios y secundarios? Los primarios son los que se emiten directamente desde una fuente, que puede ser natural (erupciones volcánicas o incendios, por ejemplo) o de origen antropogénico (monóxido de carbono procedente de los vehículos).

Los contaminantes secundarios, en cambio, no se emiten de forma directa. Su origen está en las interacciones que experimentan entre sí las emisiones primarias en la atmósfera. Uno de los contaminantes secundarios más conocidos es el ozono troposférico, cuya formación  y efecto se explicará en el siguiente epígrafe.

contaminantes primarios y secundarios

Fuente: William Green/Mr. G. Science (traducido) CC BY-SA 4.0

¿Cuáles son los contaminantes primarios y secundarios más peligrosos?

Comprender los detalles acerca de cómo se producen los contaminantes, cómo se transforman una vez emitidos y el peligro que pueden representar es importante para diseñar medidas orientadas a su minimización.

Contaminantes primarios, el inicio de la cadena

Los principales contaminantes primarios y sus efectos son:

  • Monóxido de carbono (CO), resultado de la combustión incompleta de la materia orgánica, de ahí que una de las principales fuentes de emisión sea el tráfico y la quema de combustibles fósiles asociada. Es un gas inflamable que resulta tóxico para las personas incluso en pequeñas concentraciones. Es precursor del CO2 y del ozono.
  • Dióxido de azufre (SO2), que llega a la atmósfera principalmente como consecuencia de actividades humanas tales como la quema de carbón o petróleo. Las fuentes naturales como los volcanes también aportan un porcentaje notable. Su principal peligro es su posterior transformación en ácido sulfúrico (H2SO4), causante de la lluvia ácida.
  • Óxidos de nitrógeno (NOx), denominación bajo la que se engloban el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2). Su principal fuente son los vehículos motorizados, aunque los incendios y los volcanes también emiten compuestos de nitrógeno a la atmósfera. Es uno de los principales causantes del smog, dando lugar igualmente a lluvia ácida cuando se transforma en ácido nítrico.
  • Amoníaco (NH3), un gas inflamable, tóxico y que causa quemaduras y que tiene un importante foco de emisión en la actividad agrícola como consecuencia del uso de fertilizantes. Es, además y como puede observarse en web de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el único contaminante cuya generación se mantiene estable.

Otros contaminantes primarios  a tener en cuenta

  • Partículas en suspensión (PM), constituidas por polvo, polen, cenizas, partículas metálicas, etc. Su peligrosidad depende en gran medida de su tamaño, ya que las partículas más pequeñas pueden llegar a ser absorbidas por la sangre. Pueden ser, por tanto, el vehículo de entrada en el cuerpo humano de numerosas sustancias perjudiciales.
  • Compuestos orgánicos volátiles (COVs), formados por hidrocarburos en estado gaseoso a temperatura ambiente. Son sustancias tóxicas que dan lugar a oxidantes fotoquímicos como el ozono.
  • Metales pesados, no incluidos en la imagen anterior, pero que representan una alta peligrosidad por su poder acumulativo y su ausencia de degradación en la naturaleza, como es el caso del plomo (Pb) y mercurio (Hg). Se originan principalmente en instalaciones de combustión, producción de cemento o vidrio o instalaciones de incineración de residuos.

En el listado anterior se ha hecho mención a fuentes tanto de origen antropogénico como natural. No obstante, conviene mencionar que las emisiones humanas superan con creces a las emisiones naturales. Así, por ejemplo, en el caso de los volcanes y atendiendo a los estudios efectuados por el U.S. Geological Survey (USGS), «los volcanes del mundo, tanto terrestres como submarinos, generan anualmente alrededor de 200 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), mientras que el tráfico y la industria causan unos 24.000 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año en todo el mundo».

Contaminantes secundarios, cuando la atmósfera se convierte en un laboratorio

Como se comentaba en la introducción, los contaminantes secundarios resultan de la interacción de los contaminantes primarios una vez emitidos a la atmósfera. Entre las sustancias más conocidas, el ozono y los compuestos que dan lugar a la lluvia ácida, que serán los que centrarán el presente epígrafe.

El ozono troposférico u “ozono malo” se forma por la interacción de diversos precursores (compuestos orgánicos volátiles, CO, NOx, etc.) en presencia de luz solar. A diferencia del ozono estratosférico, que protege el planeta de las radiaciones ultravioletas del sol, este ozono resulta peligroso para la salud humana ya que en altas concentraciones puede causar problemas respiratorios o irritación ocular. También tiene un efecto perjudicial sobre el entorno, dañando los cultivos y las plantas, ya que ralentiza el proceso de fotosíntesis al reducir la absorción del CO2 por parte de la planta.

Es el principal compuesto del smog, un tipo de niebla fotoquímica en el que también se encuentran NOx, peróxido de hidrógeno, partículas de ácido nítrico y sulfúrico, etc., y que es responsable de la “boina de contaminación” que muestran muchas ciudades y que ya se describió cuando se trató el tema de la inversión térmica.

El proceso de la contaminación ácida

La contaminación ácida se produce cuando el suelo y el agua sufren un proceso de acidificación, es decir, cuando el pH es inferior a 7, el pH óptimo para la mayoría de las plantas, por ejemplo, oscila entre 5,5 y 7,0). No obstante, no es un proceso exclusivo del entorno natural, ya que en las zonas urbanizadas contribuye al denominado “mal de la piedra”, que se manifiesta en la erosión superficial de las edificaciones. Esta alteración es el resultado de la deposición en forma de ácidos de los SOx y NOx.

Aunque es un problema que ha experimentado una visible mejora en varias zonas del planeta, según un artículo de 2018 del New York Times(1), la adopción de medidas correctoras y su eficacia no se ha desarrollado por igual. Países como India y monumentos del patrimonio de la humanidad como el Taj Mahal son una fiel muestra del daño que originan estos compuestos.

ENVIRA , compañía experta en la implementación de sistemas integrales automáticos de medida de la calidad ambiental y emisiones contaminantes, desarrolla soluciones de monitorización de parámetros ambientales, entre los que se incluyen algunos de estos contaminantes primarios y secundarios.

Referencias

(1) https://www.nytimes.com/2018/05/02/climate/climate-fwd-acid-rain.html

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