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Contaminación doméstica: ¿A qué factores están expuestos sus habitantes?

Publicado en 7 abril, 2019

Calidad de aire en interior,

La contaminación doméstica es un problema que, estando presente en todos los hogares, en muchos casos pasa totalmente inadvertido.

Esta circunstancia adquiere una especial trascendencia cuando se tiene en cuenta que la mayor parte de las personas pasan entre el 80-90 % de su tiempo diario en estancias cerradas, un comportamiento al que también han contribuido, por ejemplo, las nuevas formas de ocio. Así y según Millet (2016), la población infantil pasa más tiempo en sus hogares que hace 50 años.

La consecuencia es una elevada exposición a numerosas sustancias perjudiciales ya descritas en el presente blog con anterioridad, con la publicación de artículos específicos como el relativo a la medición de la calidad del aire en casa. Así que la intención del presente artículo es analizar a qué factores pueden exponerse las personas en casa, pero atendiendo a las actividades cotidianas que se desarrollan en un hogar.

¿Qué actividades contribuyen a la contaminación doméstica?

Tal y como argumenta Miller (2018), existen una serie de factores clave que condicionan la calidad del aire en el hogar:

  • Las sustancias peligrosas procedentes tanto del interior como del exterior.
  • La meteorología y el clima, que modifican tanto la contaminación del aire exterior como de los ambientes interiores, siendo también aspectos a considerar la humedad y la temperatura.
  • Las condiciones de ventilación, incluyendo infiltración, ventilación natural y ventilación mecánica.
  • Los procesos de descomposición y eliminación de los compuestos emitidos en el aire interior y en las superficies.

Todos estos aspectos contribuyen a que la concentración de sustancias perjudiciales en los ambientes cerrados sea habitualmente superior a la que se registra en la calle (Millet, 2016), lo que incide de forma directa en la calidad del aire de la que disfrutan los residentes. De hecho y en relación con las partículas en suspensión (PM), uno de los elementos más estudiados, se estima que las fuentes de emisión de interiores representan el 19-76 % de la exposición diaria residencial, habiéndose evaluado que estas PM suponen el 10-30 % de la carga total de la enfermedad debida a la exposición a las partículas (Morawska et al., 2013).

Por tanto, la monitorización de la calidad del aire interior mediante sensores es una alternativa a considerar. Esta solución, ofrecida por ENVIRA, recopila información sobre las condiciones ambientales en tiempo real, permitiendo conocer cuándo se superan los valores límite que aconsejan ventilar la estancia.

Pero, ¿cómo se generan estas sustancias? Existen varias actividades habituales en el hogar que inciden en su acumulación.

Cocinar

Cocinar es una de las principales fuentes de partículas en suspensión (Zhang et al., 2017; Manigrasso, Guerriero & Avino, 2015), compuestos que resultan especialmente peligrosos por su tamaño, que les facilitan llegar hasta lo más profundo del sistema respiratorio.

Manigrasso, Guerriero & Avino (2015) identifican una amplia variedad de compuestos orgánicos resultantes de la preparación de alimentos mediante fritura o hervido, incluyendo:

  • Alcanos, también conocidos como parafinas
  • Alquenos u olefinas
  • Ácidos alcanoides
  • Carbonilo
  • Aminas aromáticas
  • Hidrocarburos aromáticos policíclicos
  • Aminas heterocíclicas
  • Aldehídos

De hecho, las emisiones resultantes de frituras a alta temperatura están clasificadas como probable carcinógeno para humanos (Grupo 2A) según la International Agency for Research on Cancer (IARC)(1), aunque la concentración de PM varía según el porcentaje de grasa de los alimentos que se están cocinando y del tipo de aceite empleado (Zhang et al., 2017).

Limpiar

Las actividades de limpieza del hogar suelen implicar el uso de productos químicos (limpiadores, insecticidas, etc.) que contribuyen a la generación de compuestos orgánicos volátiles (COVs) tales como el formaldehído, catalogado como carcinógeno para humanos (Grupo 1).

Pero actividades como pasar una aspiradora, quitar el polvo o barrer también generan un rápido incremento en la concentración de partículas en suspensión. Manigrasso, Guerriero & Avino (2015) afirman, por ejemplo, que en el tiempo que se tarda en abrir una ventana, la concentración de partículas en una estancia en la que se ha puesto en marcha una aspiradora «se incrementa en un 260% en la concentración máxima».

Calentar el hogar

El uso de estufas de leña o chimeneas para calentar una estancia, si bien depende de la instalación y cómo de ventilada está la habitación, puede generar un importante incremento en la concentración de las partículas en suspensión.

Así al menos lo han demostrado Siponen et al. (2019) en un estudio llevado a cabo en Finlandia en el que se pudo apreciar de qué forma el uso de leña como combustible se asoció con concentraciones elevadas de PM2.5.
Pero las PM también aumentan por usar velas. Afshari, Matson & Ekberg (2005), por ejemplo, observaron que la máxima concentración de partículas ultrafinas de dos velas de cera pura se elevaba hasta las 241 000 particles/cm3.

Fumar

Fumar, además de ser un hábito nocivo para el propio fumador, es una actividad que en el hogar contribuye al incremento de partículas en suspensión.

Es, al menos la conclusión a la que llegan Klepeis et al. (2017), que consideran esta costumbre como una de las principales fuentes de generación de PM junto con la quema de madera, las actividades de limpieza o la cantidad de personas presentes en la habitación, y Morawska et al. (2013), que cita estudios que determinan que el tabaco conduce a un incremento del 58-130% en la concentración de PM2.5.

¿Qué grupos de población son más sensibles a la contaminación doméstica?

La contaminación del aire en una casa no afecta por igual a todas las personas, encontrándose también diferencias según el nivel socioeconómico. Así, los grupos más vulnerables a la contaminación doméstica son:

  • niñas o niños pequeños, que como recuerda Klepeis et al. (2017), no tienen los pulmones plenamente desarrollados y «respiran alrededor de tres veces más aire por kilogramo de peso corporal que los adultos».
  • personas mayores
  • pacientes con enfermedades cardiorrespiratorias
  • personas con bajos ingresos económicos que no pueden costear combustibles limpios

La contaminación doméstica es, en definitiva tal y como se ha intentado hacer ver en el presente artículo, un problema común a todos los hogares, que incide de forma especial sobre algunos grupos de población sensibles o vulnerables y que se genera a consecuencia de actividades cotidianas como cocinar, limpiar o encender una estufa de leña.

Referencias:

  • (1) Agents Classified by the IARC Monographs, Volumes 1–123 – IARC. (2019). https://monographs.iarc.fr/agents-classified-by-the-iarc/
  • Asfshari, A., Matson, U., & Ekberg, L. (2005). Characterization of indoor sources of fine and ultrafine particles: a study conducted in a full-scale chamber. Indoor Air, 15(2), 141-150. doi: http://doi.org/c598h5
  • Klepeis, N., Bellettiere, J., Hughes, S., Nguyen, B., Berardi, V., & Liles, S. et al. (2017). Fine particles in homes of predominantly low-income families with children and smokers: Key physical and behavioral determinants to inform indoor-air-quality interventions. PLOS ONE, 12(5), e0177718. doi: http://doi.org/f98z8b
  • Manigrasso, M., Guerriero, E., & Avino, P. (2015). Ultrafine particles in residential indoors and doses deposited in the human respiratory system. Atmosphere, 6(10), 1444-1461. doi:http://doi.org/c3w4
  • Miller, S. (2018). Indoor Air Pollution. Handbook Of Environmental Engineering, 519-563. doi: http://doi.org/c3wz
  • Millet, M. (2016). Home Air Quality. Comprehensive Analytical Chemistry, 543–562. doi:http://doi.org/c3wx
  • Morawska, L., Afshari, A., Bae, G., Buonanno, G., Chao, C., & Hänninen, O. et al. (2013). Indoor aerosols: from personal exposure to risk assessment. Indoor Air, 23(6), 462-487. doi:http://doi.org/f22p28
  • Siponen, T., Yli-Tuomi, T., Tiittanen, P., Taimisto, P., Pekkanen, J., Salonen, R., & Lanki, T. (2019). Wood stove use and other determinants of personal and indoor exposures to particulate air pollution and ozone among elderly persons in a Northern Suburb. Indoor Air. doi:http://doi.org/c3w8
  • Zhang, N., Han, B., He, F., Xu, J., Zhao, R., Zhang, Y., & Bai, Z. (2017). Chemical characteristic of PM 2.5 emission and inhalational carcinogenic risk of domestic Chinese cooking. Environmental Pollution, 227, 24–30. doi: http://doi.org/gbk8sw
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