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Control de la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas de bajas emisiones

Las zonas de bajas emisiones (ZBE) tienen como objetivo controlar y frenar la contaminación atmosférica en las ciudades.

Estas zonas son áreas delimitadas dentro de las ciudades donde el acceso está restringido a los vehículos que cumplen determinadas normas de emisiones y forman parte de un esfuerzo más amplio por reducir la contaminación atmosférica en las zonas urbanas, contribuyendo a mejorar la calidad del aire, reducir los riesgos para la salud y mejorar la calidad de vida.

La iniciativa fue lanzada en 2008 por la Unión Europea y desde entonces se han venido aplicando en diferentes ciudades.

Según los últimos datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud, nueve de cada diez personas respiran aire altamente contaminado debido a los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx), ozono (O3) y partículas en suspensión (PM10 Y PM 2.5).

De hecho, la Agencia Europea de Medio Ambiente estima en más de 20.000 muertes prematuras en España al año a causa de la mala calidad del aire, siendo el actual modelo de movilidad y transporte una de las causas.

¿Qué objetivos tiene controlar la contaminación atmosférica en las ciudades y las Zonas de Bajas Emisiones?

Si bien las ZBE a menudo se implementan sólo en una parte del suelo urbano, es necesario que la elección estratégica de las áreas permita extender sus beneficios a la totalidad del municipio o área metropolitana, enmarcadas en estrategias más amplias de cambio de movilidad.

Los principales objetivos de la monitorización de la contaminación atmosférica en las ciudades y las zonas de bajas emisiones son los siguientes:

Disminuir la mortalidad en ciudades debido a la mala calidad del aire

Esto se pretende conseguir reduciendo las emisiones de contaminantes atmosféricos de acuerdo con las recomendaciones de la OMS y cumpliendo los límites establecidos por la normativa europea.

Mejorar la calidad del medio ambiente sonoro

Las ZBE influyen de manera directa en la emisión de ruido de los vehículos, que disminuirán en función de los criterios de restricción y se podrán monitorizar a través de la medición de los niveles sonoros con los dispositivos correspondientes.

Contribución a la mitigación del cambio climático

Este objetivo pretende disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, de modo coherente con los objetivos establecidos en el PNEIC.

Cambio hacia transportes más sostenibles

La idea es promover los tipos de vehículos más activos (bicicleta o a pie), un transporte público con bajas emisiones y vehículos más sostenibles, tratando de reducir al máximo los desplazamientos urbanos en vehículo privado motorizado.

La calidad del aire en las ciudades y en las zonas de bajas emisiones

Las ZBE se deben planificar para asegurar una mejora de la calidad del aire en todo el municipio, acorde con el cumplimiento de la normativa europea, así como con las recomendaciones de la OMS.

Además, los objetivos deben poder cuantificarse para asegurar que se encuentran dentro de los niveles legislados y en caso de superarse, que las medidas adoptadas sean efectivas para alcanzar el cumplimiento en el menor tiempo posible.

La normativa estatal sobre calidad del aire en vigor comprende la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, así como el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de calidad del aire.

Los principales contaminantes emitidos directamente por el tráfico son:

  • Monóxido de carbono (CO)
  • Óxidos de nitrógeno (NOx)
  • Compuestos orgánicos volátiles (VOCs)
  • Material particulado (PM).

Además de estas emisiones directas del motor, el desgaste de frenos y neumáticos, así como la erosión del firme contribuyen a la emisión de material particulado a la atmósfera, tanto en vehículos de combustión como en vehículos eléctricos.

Monitorización ambiental de contaminantes atmosféricos

La estrategia a seguir de cara a monitorizar los principales contaminantes se podrá realizar por dos vías:

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Estaciones de calidad del aire del municipio, si éstas se encuentran bajo la influencia de las zonas de bajas emisiones.  

Esta Red de control principal incluye otros contaminantes más allá de Nox y PM10 y PM 2.5, y sus medidas se utilizan como contraste y ajuste para los nanosensores.  

Como ventajas presentan una alta precisión en la medida, una gran cantidad de parámetros, muy alta fiabilidad y medida certificada ante las reclamaciones legales.  

Por contra, estas estaciones tienen un coste más elevado y precisan un mantenimiento específico, espacio de obra y demanda eléctrica.  

 

Combinación de Nanosensórica con Miniestaciones

Miniestaciones y Nanoenvi EQ

Este sistema mixto de monitorización ambiental permite llevar a cabo campañas de medición indicativas en los puntos de control definidos en el diseño de la zona de bajas emisiones determinada por la autoridad competente.

La gran ventaja que presenta esta combinación es la fiabilidad y precisión al contar con una miniestación que dispone de analizadores NOx y PM multiparamétrico con acreditación de tipo, sonómetro y meteorología que mide todos los indicadores establecidos por ley de la ZBE con respaldo legal ante reclamaciones judiciales y con un coste un 70-80% menor que el de una Estación de calidad del aire.

A esta miniestación se le añade la nanosensórica de equipos como Nanoenvi EQ, un dispositivo que permite crear redes de medición de calidad del aire inalámbricas.

Los Nanoenvi EQ podrán comparar sus datos directamente con las estaciones fijas que disponen de acreditación de tipo y de esta manera ver cómo estos datos se van derivando y desviando.

Las comunicaciones se hacen a través de una red de comunicaciones propia.

Además, los dispositivos Nanoenvi EQ permiten recoger datos en puntos en los que no es posible instalar otros equipos de referencia de forma que se compelementen sus mediciones, lo que es muy útil al hablar de las zonas de bajas emisiones en los núcleos urbanos.

Entre las ventajas que es importante mencionar se encuentran su fácil instalación, bajo consumo y bajo coste de adquisición y mantenimiento.

Conclusión: cómo controlar la contaminación atmosférica en las ciudades y las zonas de bajas emisiones de manera efectiva, precisa y certificada.

Como hemos visto a lo largo de este artículo, la calidad del aire es un tema cada vez más a tener en cuenta debido a su influencia directa sobre la salud y el medio ambiente.

Entre las distintas medidas para mejorar la calidad del aire reduciendo la contaminación atmosférica en las ciudades se encuentra la implantación de las zonas de bajas emisiones, zonas con acceso restringido al tráfico de determinados vehículos que permitirán el control y la reducción de emisiones contaminantes.

Para realizar esa monitorización ambiental por parte de los Ayuntamientos y organismos competentes, la solución más precisa y fiable es la instalación mixta de una miniestación complementada con “X” número de dispositivos Nanoenvi EQ, donde “X” vendrá determinada por el área, tipología y extensión de la propia ZBE.

De esta forma se podrá disponer de un sistema con acreditación de tipo pero mucho más económico que las soluciones tradicionales.

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