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¿Cómo mejorar el bienestar animal en granjas?

Publicado en 25 febrero, 2019

Contaminación y calidad de aire exterior,

El bienestar animal es un concepto importante en el conjunto de lo que se entiende como una “alimentación de calidad”. Así lo estiman al menos los ciudadanos europeos atendiendo a los resultados recogidos por diversas encuestas tales como Attitudes of consumers towards the welfare of farmed animals, (European Commission, 2005) y que estudios posteriores realizados en el marco del proyecto Welfare Quality(1) se han encargado de corroborar.

Pero no solo Europa se ha hecho eco de la necesidad de mejorar este factor. En octubre de 2016, el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la ONU también hizo un llamamiento a mejorar la salud y el bienestar animal en su Anteproyecto de recomendaciones sobre desarrollo agrícola sostenible (CSA, 2016).

Por lo tanto, analizar cómo la tecnología puede contribuir a alcanzar este propósito es la cuestión a la que intentará dar respuesta el presente artículo.

Soluciones tecnológicas para mejorar el bienestar animal en granjas

Algunos de los parámetros más importantes para mejorar el bienestar animal que pueden ser monitorizados con dispositivos como los que ofrece ENVIRA son:

  • Monitorización de la temperatura: una baja temperatura puede modificar los patrones de conducta habitual de las aves, induciéndoles a comer más para mantener su calor corporal. Y, en el caso de los pollos, cuando ese alimento se usa para generar calor, no se convierte en carne, con la pérdida productiva que conlleva esta situación. En condiciones de altas temperaturas, en cambio, las aves desperdician energía intentando mantenerse frescas, situación que podría incrementar la incidencia de la ascitis o hipertensión pulmonar en pollos, aumentando su mortalidad (Gerard P Corkery, Shane Ward & Phil Hemmingway, 2013).
  • Monitorización de la humedad: una elevada humedad relativa puede favorecer el crecimiento de microorganismos perjudiciales en los residuos fecales de las aves, mientras que un porcentaje de humedad bajo puede conducir a la generación de polvo (Gerard P Corkery, Shane Ward & Phil Hemmingway, 2013).
  • Medición de la concentración de amoniaco (NH3): el amoniaco se genera y emite dentro de los gallineros por la descomposición microbiana de los desechos de las aves. Un nivel elevado de este gas, que guarda una notable correlación con la humedad, puede perjudicar el crecimiento de los pollos de engorde (Ahmed & Ghamdi, 2008).
  • Monitorización de los niveles de sulfuro de hidrógeno (H2S): este gas es, en concentraciones altas, el más peligroso que se puede encontrar en una granja avícola. Se produce por la descomposición de productos orgánicos. Los estudios que han analizado la incidencia de este gas sugieren que los niveles elevados modifican los patrones de alimentación (Wang, Huang, Meng & Wang, 2011).

Condiciones idóneas para asegurar el bienestar animal en granjas

Las condiciones idóneas varían ligeramente dependiendo de la fuente consultada, la fase de desarrollo del animal y la densidad de población, las variables que se estiman como adecuadas para un crecimiento homogéneo están recogidas en la Directiva 2007/43/CE de 28 de junio de 2007(2) por la que se establecen las disposiciones mínimas para la protección de los pollos destinados a la producción de carne, transpuesta al ordenamiento jurídico español mediante el Real Decreto 692/2010, de 20 de mayo (Anexo II Requisitos mínimos relativos a densidades de población más elevadas)(3):

«2. Requisitos para las explotaciones y control de los parámetros medioambientales.

El titular o criador velará por que cada gallinero de una explotación esté equipado con

sistemas de ventilación y, si fuese necesario, de calefacción y refrigeración, diseñados,

construidos y utilizados de manera que:

  1. a) La concentración de amoníaco (NH3) no sea superior a 20 ppm y la concentración de dióxido de carbono (CO2) no supere las 3 000 ppm medidas al nivel de las cabezas de

los pollos.

  1. b) La temperatura interior no exceda de la temperatura exterior en más de 3° C cuando esta última, medida a la sombra, supere los 30° C.
  2. c) La humedad relativa media dentro del gallinero durante 48 horas no supere el 70 %, cuando la temperatura exterior sea inferior a 10° C.»

Mejora del bienestar animal en la ganadería extensiva

La aplicación de las técnicas de ganadería de precisión varían cuando la actividad se practica de forma extensiva, es decir, sobre grandes superficies de terreno donde los animales pastan en condiciones de semilibertad.

De esta forma y tal y como sugiere Rutter (2017), innovaciones tales como los drones, los collares inteligentes ya mencionados en el artículo de tecnología IoT en la ganadería(4), los vallados virtuales o los pronósticos meteorológicos detallados, por ejemplo, puede controlar el comportamiento de forrajeo de las ovejas y otros herbívoros, identificando o prediciendo cuándo y dónde puede escasear el alimento, la posibilidad de que los puntos de abrevaje estén helados o secos o la presencia de depredadores.

Referencias

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